Título:
Smile
Directed
By: Gine
Categoria: Obra larga a competencia
País: España
País: España
Género:
Drama
Clasificación: +13
Reparto:
Maddie (Madeleine Martin)
Robert (Robert Downey Jr.)
George (George Clooney)
Mia (Mia Wasikowska)
Gerry (Gerard Buttler)
Michelle (Michelle Monaghan)
Banda Sonora:
Sinopsis:
Tras la muerte de su padre, Maddie se ha
convertido en una persona antisocial sin ninguna motivación en la vida. Una
tarde conocerá a Robert, un hombre optimista que le ayudará a abrir los ojos, a
seguir adelante y a sobreponerse a las dificultades.
Argumento.
Smile
INT/NOCHE Casa de Maddie y
Mia
Con andar pesaroso, llega
Maddie a casa, un pequeño piso con pocos muebles, frío y pequeño. Abre la
puerta, cruza todo el pasillo arrastrando las piernas y con cara de pocos
amigos, asqueada. Llega a su habitación, deja la mochila al suelo, pone el play
en su iPod (EMPIEZA A SONAR MY SWEET LORD
– GEORGE HARRISON http://dai.ly/eqjT2N).
Se quita los zapatos con el pie contrario y se tira encima su cama. Desde una
perspectiva subjetiva vemos el techo de la habitación, y como mira a los
diferentes posters que tiene en la pared. En ella destaca uno de Chaplin y uno
de Expediente X con la frase “I Want to Believe”. Cierra los ojos y la pantalla
se funde a negro mientras sigue sonando la música. Entran los créditos hasta
que la música se acaba desvaneciendo también.
Ya desde una cámara objetiva
vemos a la protagonista abrir los ojos, aun tirada encima de la cama. Se
levanta, se frota los ojos, se acerca una foto que tiene en su mesilla de noche.
Es ella cuando era pequeña y su padre. Con los ojos vidriosos, guarda la
fotografía en un cajón y se dirige a la cocina. Coge 2 yogures y 2 mandarinas y
se sienta al sofá mientras mira la televisión. Se oye cómo se abre la puerta,
la protagonista mira con indiferencia y vuelve a mirar la televisión.
Mia
(Mia Wasikowska):
Hola
Después
de una mandarina y medio yogurt, la protagonista coge el paquete de tabaco del
bolsillo delantero de su sudadera, enciende un cigarrillo, mientras se estira
en el sofá. La televisión de fondo va retransmitiendo noticias sin importancia.
Mia
(fuera de plano):
¿Has limpiado la cocina? (pausa)
Maddie! Has limpiado la cocina?
Cansada
de todo el día y de la apatía de Maddie, Mia se dirige hacia su compañera, aun
estirada en el sofá, esta vez con los ojos cerrados y el cigarro en la boca
consumiéndose. Enfadada, le coge el cigarrillo de la boca y lo hunde en el
yogurt.
Maddie
(sorprendida y molesta a la vez)
¿Pero qué haces?
Mia:
Te he dicho mil veces que no fumes en el
comedor.
Si
quieres fumar te encierras en tu habitación o te vas a la terraza.
Maddie
resopla y se pasa la mano por el pelo.
Maddie
No
Mia:
No, ¿qué?
Maddie:
que no he limpiado la cocina.
Mía:
¿y qué esperas? ¿Qué se limpie sola?
Maddie:
Ya lo haré, mañana o el otro.
Mia:
¿Tú has visto como está la cocina?
Si por
ti fuera nos ahogaríamos entre la mierda.
Maddie:
Pues aprendemos a nadar.
Mia:
(tras un suspiro de desesperación)
Últimamente estás imposible, si lo llego a
saber no te propongo ir vivir juntas.
Maddie:
Vete, no necesito a nadie. No quiero a nadie.
Acto
seguido Maddie se levanta, se pone otro cigarrillo en la boca y se va andando
hacia la terraza para fumar. Mia se encierra a la habitación.
INT/DÍA Redacción de periódico
Vemos
con un montaje ágil y rápido. Como se levanta desganada, se encierra en el
baño, se ducha, come 4 galletas antes de salir de casa. Llega a una pequeña
redacción, se pone delante del ordenador, intenta redactar noticias y crónicas
pendientes. Va mirando con desgana el reloj esperando que sea la hora para
fichar y volver a casa.
Deja de sonar Falling off the Face of the Earth de
Neil Young
George (George Clooney), su superior:
- Maddie ven un momento a mi despacho.
Maddie
Después de unos segundos, sin ser verdaderamente consciente de las
consecuencias que podía tener ese llamamiento se levanta y se acerca a su
despacho. Llama a la puerta y después de recibir permiso abre la puerta y se
sienta en la silla.
George:
¿Te encuentras bien?
Maddie:
Sí
George:
Desde (pausa)… Hace unos meses que no cumples
como hacías antes. Este es el último aviso. Los retrasos continuados, las horas
muertas que pasas delante de la pantalla del ordenador, el retraso con los
artículos.
Ambos
se miran
George:
Entiéndeme, te contraté porque me gustaba tu
iniciativa, tu estilo de escritura siempre fresco; pero no solo se ha ido, sino
que no estás cumpliendo tus obligaciones más básicas. Estas de becaria, te estás
jugando tu puesto. ¿Eres consciente de lo que te juegas?
Maddie:
Si (pausa) ¿Puedo irme?
George:
Sí, vete a casa si quieres, pero mañana ven
puntual.
Maddie (llena de tristeza, consciente que le estaban
dando la enésima oportunidad y que ella les estaba decepcionando cada vez más)
Gracias
Vuelve a sonar Falling off the Face of the Earth (http://www.youtube.com/watch?v=OwO0A86VMX8) de Neil
Young mientras Maddie recoge sus objetos personales de la mesa, cierra el
ordenador y coge el ascensor para irse de la redacción.
INT/NOCHE
Casa de Maddie y Mia
Maddie
vuelve a estar estirada en el sofá viendo la televisión con desgana. Mía sale
contenta de su habitación, arreglada y maquillada, pero no demasiado, se ve
guapa, sencilla e informal. Se acerca a Maddie y se dirige hacia ella.
Mia:
¿Cómo ha ido el día?
Maddie:
Bien.
Mia:
Alguna novedad.
Maddie:
No
Mia:
¿Quieres venir a tomar algo esta noche?
Maddie:
No, aparta que no veo la tele.
Mia:
Tranquila que solo intento ser amable y crear
conversación. No como otras.
Maddie:
Déjame en paz.
Mia:
No me da la gana. Desde hace meses estas
insoportable.
Maddie:
¿Y?
Mia:
¿Y? Pues que despiertes, que lo superes. Sé
que nunca podré entender por lo que pasaste… (pausa) por lo que estás pasando;
a no ser que pase por lo mismo.
(para sí misma) Espero que no.
Maddie:
Esperas que no… claro que no, ¿y quién espera
que sí?
Mia:
Abre los ojos. Tú crees que a tu padre le
gustaría verte así.
Maddie:
¡Tú que sabes!
Mia:
Esto va a sonar muy duro… pero tienes que
superar la muerte de tu padre. Él se ha muerto, pero tú aun no. Aunque a día de
hoy no sé quien está más muerto.
Maddie,
enfadada, se levanta y se dispone a encerrarse en su habitación. Mia le cierra
el paso.
Maddie:
Déjame pasar.
Mia:
¡No!
Maddie:
Déjame pasar.
Mia:
No.
Tras
un leve forcejeo, Maddie se deshace de Mia que pierde el equilibrio y se cae
tirando una colección de películas de Chaplin que había en la pared, al lado de la puerta del comedor. Maddie al
ver eso, vuelve al comedor y las recoge con cuidado y cariño, mientas mira que
no haya recibido ningún desperfecto.
Mia
(visiblemente afectada):
Lo siento, no quería…
Maddie
(mientras sigue recogiendo y recolocando los dvds en su sitio):
No pasa nada. Vete, seguramente ya estarán
abajo esperándote.
Mia:
¿Estarás bien? Si quieres me puedo quedar
contigo.
Maddie:
Si estaré bien. Vete,
pásatelo bien.
Cuando
oye la puerta cerrarse, Maddie se derrumba, se sienta en el suelo, con la
espalda en la pared, las piernas encogidas y los codos sobre las rodillas, y
las lágrimas empiezan a recorrerle las mejillas.
Una
vez recolocados los dvds en la estantería se va a la de al lado llena de libros
y llena de rabia los lanza todos al suelo. Coge el Rey Lear de Shakespeare y lo
empieza a despedazar sin piedad. Poco a poco se seca las lágrimas de los ojos, recoge
los libros y las hojas
Fin
de la canción
INT/NOCHE
Casa de Maddie y Mia
Maddie está dormida en el
sofá, con zapatillas deportivas puestas. En la mesita de delante del sofá hay 4
cervezas vacías. El reloj que preside la habitación marca las 4 y media de la
madrugada. Se abre la puerta, es Mia. Ve luz en el comedor. Suavemente
despierta a Madie, quién con la ayuda de Mia y medio sonámbula recorre el
pasillo para ir a la cama. Mia le quita los zapatos y la tapa con la sábana y
el edredón.
Maddie
(dormida y con los ojos cerrados):
Gracias
Mia
fuerza una sonrisa para nadie y se va de la habitación.
EXT/DÍA
Las Rambles de Barcelona
Un día de invierno, frío.
Maddie pasea sin rumbo claro por Las Rambles, un largo y amplio paseo que
recorre el centro de Barcelona, el aire le sonroja las mejillas. Nota la
multitud paseando. Los barceloneses andan con prisa, paso firme y decidido,
mientras que los turistas pasean fijándose en los nombres de las calles, las
paradas de flores, postales, revistas y periódicos. Divertidos posan y sacan
fotos a cada dos metros, y juegan con las estatuas humanas que pueblan Las
Ramblas a todas horas. Maddie se para delante de una de las estatuas humanas y
con curiosidad se queda mirando. Mientras ésta espera que alguien eche alguna
moneda para empezar su breve show particular. Un hombre de mediana edad 40-45
años con cara emblanquecida, bigotillo, sobrero de bombín, pantalones anchos y
americana estrecha y con bastón está encima de un pequeño altar esperando
empezar el espectáculo. Maddie mirándolo, sonríe de forma melancólica, como si
se tratara de una broma privada y se siente enfrente, en un banco a 5 metros.
Va pasando la tarde observando a las personas y observando a aquel imitador que
parece no sufrir frío, ni aburrimiento.
La canción se desvanece.
Ha anochecido ya. Poco a
poco, Robert se va quitando el maquillaje y el disfraz colocándolo con cuidado
en una bolsa. Se acerca al estuche y empieza a contar las monedas. Levanta la
cabeza y se fija en la extraña figura de Maddie al otro lado del paseo.
Robert
(con una sonrisa burlona y simpática)
¿A quién imitas tú?
Maddie
(volviendo a la realidad)
¿Eh?
Robert
Llevas toda la tarde aquí sin moverte. Solo
te falta un estuche (pausa) Bueno y una sonrisa.
Unos hombres se acercan a
los objetos y a la bolsa de Robert que sigue en el otro lado del paseo. Maddie
lo ve.
Maddie
La sonrisa se te irá en seguida cuando te des
media vuelta.
Robert
¿Eh?
Maddie
(señalando al otro lado del paseo)
Que te están robando.
Robert
se da media vuelta y ve como dos hombres le roban las monedas. Corre hacia el
lugar y coge la bolsa. Han dejado una nota que dice: “recuerda tus promesas, y
no olvides cumplirlas”.
Robert
(chillando hacia nadie y desesperado)
¡Joder! ¡Que no veis que lo estoy haciendo!
(flojo y para sí mismo) Hijos de puta.
Robert
mira hacia Maddie. Por detrás de ella se acercan dos jóvenes con bates de
baseball hacia la chica. Robert se acerca a Maddie.
Robert
(de forma extremadamente educada)
No quiero que cunda el pánico, pero me tendrías
que acompañar (hace una pausa). Creo que esos hombres (señala a los hombres del
bate) creen que me conoces.
Maddie:
Pero no te conozco de nada.
Robert:
Exacto, pero ellos no lo saben. Corre ven
Al
ver que Maddie no responde, Robert le coge del brazo y la estira.
Robert:
Va, coño que esto va enserio.
Maddie
se gira, ve el gesto amenazante de los dos hombres que se acercan y por inercia
empieza a correr arrastrada por Robert.
Empieza
una persecución por el centro de Barcelona. Robert y Maddie se esconden entre
la multitud bajando por las Ramblas dirección al puerto. Giran a la derecha y
se cuelan en el Mercat de la Boquería. Un enorme mercado de comida lleno de
paradas de fruta, verdura, carne y pescado. Robert con actitud divertida roba
un racimo de uvas que se va comiendo por el camino y un batido de frutas
natural. Maddie, asustada y desconcertada le sigue expectante. Vuelven a cruzar
las ramblas. Los hombres con los bates les siguen disimuladamente. Robert y
Maddie se meten en el Raval, lleno de calles estrechas y bloques de piso
antiguos con tiendas regentadas por paquistanís; y consiguen despistarlos,
aunque siguen corriendo. Se paran en una esquina y toman aire. Robert sonríe.
Fin
de End of the Line – Travelling Wilburys
Robert
(mostrando el batido)
¿Quiere un batido la señorita?
Maddie desconcertada no sabe
como tomarse esa frase de Robert. Un hombre diferente a los 2 que les
perseguían con el bate empuja a Maddie y coge a Robert por el cuello de la
camisa.
Gerry
(Gerard Butler)
¿Tú te crees que soy gilipollas?
Robert
No, joder, pero ya sabes mi situación, no
tengo nada para darte.
Gerry suelta a Robert y le da un puñetazo en la
mejilla. Robert se toca la boca, ve la sangre y escupe.
Robert:
Dame tiempo, quiero hacerlo bien, la he
cagado demasiado ya.
Gerry:
Pues espabila, sabes que si no fueras quien
eres ya hubieras desaparecido.
Gerry se va. Maddie y Robert
se miran.
Maddie
(preocupada)
Esto es muy surrealista.
Robert
le pellizca
Maddie
¡Ahh!
Robert
No, esto es muy real. (vuelve a sonreir
mientras se sigue tocando el labio) Pero no me negarás que toda esta situación
ha sido muy entretenida.
Maddie
¡¿Entretenida?! Me han empujado y he corrido
una maratón ¡y solo porque me he quedado mirando a una puta estatua de la
rambla!
Robert
Y no le has echado ni una triste moneda.
Maddie
(visiblemente enfadada)
Yo me voy a casa. Te diría encantada de
haberte conocido pero no ha sido un placer.
Robert
Espera. ¿Para qué quieres irte? ¿Dónde vas a
ir? ¿Qué vas a hacer? ¿Vagabundear en casa en pijama deprimida y sintiendo
lástima de ti misma?
Maddie
(sorprendida y enfurecida)
¡Tú que sabes de mi vida! ¿Quién te crees que
eres?
Robert
Robert, encantado
Robert
se acerca a besarle la mano de forma caballerosa. Ella se la retira aun
enfadada.
Robert:
Ven, acompáñame a dejar la bolsa en casa,
vivo aquí al lado.
Maddie
después de pensárselo un poco, consciente de su triste y deprimente
cotidianeidad y sin alternativa mejor le sigue para averiguar porque le había
dicho esas últimas palabras.
INT/DÍA
Casa de Robert
Robert
y Maddie suben unas escaleras interiores de un bloque de pisos viejo con el
rebozado de las paredes cayéndose y lleno de polvo. Robert abre la puerta de su
piso y después de que Maddie entre la cierra con llave.
Robert:
Ya hemos llegado
Robert
mira como Maddie observa su casa con cierta curiosidad, sin hacer caso a lo que
le acaba de decir.
Robert:
Ya sabes, como si estuvieras en tu casa. Yo
me tengo que duchar, 10 minutos y nos vamos a cenar. Conozco el sitio ideal.
Maddie
(sin prestar demasiada atención en sus palabras)
Vale, de acuerdo.
Maddie empieza a
inspeccionar la casa mientras oímos fuera de plano el caer del agua de la
ducha. Vemos a través de los ojos de Maddie mediante suaves travellings
horizontales y verticales. En el comedor/sala de estar hay un sofá viejo,
forrado con una funda de flores hortera, vieja y con agujeros de las collillas
de los cigarrillos. Al lado del sofá hay un equipo de música antiguo y un
tocadiscos con un vinilo sin etiqueta. Maddie enciende el aparato y el vinilo
empieza a girar.
Delante del sofá, a tres
metros hay una mesita sencilla de plástico del Ikea, encima una tv de tubo con
un descodificador de tdt. A la derecha encontramos dos estanterías llenas de
libros. Libros antiguos, con las páginas ya amarillentas y llenos de polvo.
Libros de antiguas colecciones de clásicos de la literatura. A la izquierda del
televisor encontramos otra estantería más péquela con fotos enmarcadas. Se
puede reconocer a Robert junto con sus padres y su hermana. Más abajo hay otra
foto relativamente grande que destaca sobre las demás. Una chica con una
hermosa sonrisa y ojos bondadosos. Maddie se queda intrigada por esa mirada
optimista y feliz, que parece que Robert también posee.
Robert sale de la ducha con
el pelo mojado, vestido de manera informal con unos tejanos y una camiseta de
manga larga.
Robert
(simpático)
Veo que has descubierto mi pequeño tesoro.
Maddie
(sintiéndose como si la hubieran pillado haciendo algo que no debía)
Perdón, no…
Robert
Tranquila mujer. ¿Te gusta Springsteen?
Maddie
Sí. Pero el Born to Run es mejor.
Robert
Yo también pensaba eso a tu edad. Hasta que
descubrí que correr no soluciona los problemas. Y si no te enfrentas a ellos te
perseguirán toda la vida.
Maddie
Te recuerdo que hemos sido perseguidos y tú
has sido el primero en correr. Y por lo que parece no era la primera vez.
Robert
(se ríe)
Eso es diferente
Maddie
¿Quién es ese hombre?
Robert
Es una larga historia.
Maddie
Tú eres el que me ha invitado a subir…
La
música se acaba.
Robert se queda callado y de
forma instintiva e inconsciente dirige una melancólica mirada a la estantería
donde hay la foto de la chica. Maddie se da cuenta del gesto de Robert.
Maddie:
¿Qué tiene que ver ella en todo esto?
Robert
(volviendo a sonreir al ver que Maddie muestra interés por primera vez en algo)
Tú eres una cotilla.
Robert coge la foto y se
sienta en el sofá esperando que Maddie le acompañe. Ella se sienta a su lado.
Robert
(después de un silencio)
Ella es… era mi hermana. Gerry, el hombre que
me ha amenazado era su pareja.
Maddie
Lo siento, no quería hacerte recordar…
Robert
En realidad su muerte fue el toque de
atención que necesitaba. Es duro pensarlo así… pero mi hermana y yo nos
quedamos huérfanos desde muy pequeños. Yo era el mayor, y por tanto era mi
responsabilidad hacerme cargo de ella. Y lo hice (pausa)… bastante bien hasta
los 30. A los 20 años conocí a Gerry. Pronto nos convertimos en colegas,
inseparables, hacíamos pequeños robos a gente mayor y a tiendas. Más por acto
de rebeldía que por necesidad. Gerry viene de una familia rica y me ayudó
mucho. Yo sobreprotegía a mi hermana y para poder controlarla me la llevaba
conmigo por las noches. (pausa) Soy gilipollas, ella siempre fue la
inteligente, yo no paso de ser simpático e impulsivo…
Maddie
¿No echas de menos a tus padres?
Robert
Claro. Aunque murieron cuando yo era muy
joven tenía 12 años, después nos llevaron con mis tíos, hasta que a los 18 me
llevé a mi hermana y nos independizamos. Aun así, no hay día que no me acuerde
de ellos. Pero pienso que allá donde estén, estarán en paz y felices. No pude
hacer nada por ellos. Supongo que hay gente que puede disfrutar de sus padres
hasta los 50 o 60 años y hay gente que no.
Maddie se queda pensando en
esa última frase dicha con ligereza por Robert. El teléfono móvil de Robert
empieza a sonar y vibrar encima del sofá. Se lee Gerry llamando… Robert y
Maddie se miran. Robert coge el teléfono.
Robert:
¿Sí?
¿Para qué?
Ya sabes que no estoy dispuesto a hacer..
No
¿Seguro?
Ya lo sé, pero no puedo, se lo debo.
De acuerdo, mañana a las 12, no me la juegues
Gerry.
Robert cuelga y deja caer el
móvil por el sofá mientras él se levanta.
Robert
(dirigiéndose a Maddie)
¿Quieres una cerveza?
Maddie
No, gracias.
Robert
Pues yo sí.
Se
dirige a la cocina y bebiendo un sorbo de la lata vuelve al comedor. Mientras
tanto Maddie coge la foto de la hermana de Robert.
Robert:
Yo les presenté. Fue el error más grande de
mi vida. (pausa) Por aquella época Gerry y yo tonteábamos con la marihuana, la plantábamos
en el chalé de Gerry y la vendíamos a los chicos ricos del barrio. Gerry
enseguida vio las posibilidades de negocio y empezó a comprar heroína también.
Gerry probaba su mercancía, bueno en realidad supongo que sigue haciéndolo. Y
yo también, y más tarde mi hermana también.
Maddie,
acaba de atar todos los cabos, deja la fotografía de su hermana e
inconscientemente cierra el puño de la mano como señal de estremecimiento.
Robert observa esa reacción.
Robert
Fue la única que se enganchó. Y yo no me di
ni cuenta.
Tras
un silencio, Robert vuelve a recuperar su sonrisa y se levanta buscando el
paquete de tabaco que tiene guardado en la chaqueta. Coge un cigarrillo y lo
enciende. Maddie aun pensativa en las últimas palabras de Robert contesta por
inercia.
Robert:
¿Quieres uno?
Maddie
No, no fumo
Robert
¿Te molesta?
Maddie
No, no te preocupes.
Robert
se da cuenta que Maddie está pensativa.
Robert:
Alegra esa cara (pausa). Venga que te invito
a cenar.
Maddie
No, no, me tengo que ir.
Robert
No pensarás que te he secuestrado simplemente
para poder soltarte el rollo. No suelo contar mis problemas al primero que pasa
(pausa).
Maddie
le mira extrañada.
Robert
… solo aquel que me pregunta.
Robert
empieza a reír. Maddie se queda igual de extrañada. Robert se da cuenta que su
comentario no ha sido tan ingenioso como se piensa y para de reír.
Robert
¿Hamburgesa o pizza?
Maddie
Hamburguesa
Ambos
se levantan. Robert abre la puerta y hace una reverencia caballerosamente a
Maddie que sale del piso. Robert coge su abrigo de la percha y cierra la puerta
de un portazo.
EXT/NOCHE
Calle
Robert
y Maddie andan en silencio. Robert se la mira pensativo, callado, respetando su
privacidad. Robert se para y señala la entrada de una cervecería. The
Highwaymen reza el cartel.
Robert
Aquí es, ya hemos llegado.
Robert y Maddie entran en el
local. Suena rock clásico de los 70 y 80. La cervecería está compuesta por una
larga barra de madera a la derecha y mesas con taburetes también de madera a la
izquierda. Es un local con encanto, poco iluminado, pero con una luz cálida.
Está decorado con posters y cuadros de músicos como Jimmy Hendrick, Bob Marley,
The Rolling Stones, Elvis Presley, Bob Dylan, Janis Joplin, Patty Smith, Johnny
Cash, Willie Nelson, Wylor Jennings y Kris Kristofferson; e iconos del cine
como John Wayne, James Dean, Montgomery Clift, Paul Newman, Humphrey Bogart,
Mercedes McCambridge, Natalie Wood y Elizabeth Taylor. Maddie observa el local
con admiración.
Robert:
¿No lo conocías?
Maddie
No, la verdad es que no salgo demasiado por
Barcelona.
Robert
Pues éste está muy bien. Lo llevan unos
vecinos míos, está céntrico y no te clavan 3 euros por una caña.
Maddie y Robert se sientan
en una mesita redonda pegada a la pared, uno delante del otro. Maddie continúa
mirando el local. Una camarera (Michelle Monaghan) se acerca a ellos.
Michelle
Hola Robert. ¿Qué tal?
Robert
Bien. Aquí a ver si comemos alguna cosa.
Michelle,
la camarera, mira a Maddie con curiosidad pero decide no preguntar ni meterse
en asuntos que no le incumben.
Michelle
Bien. ¿Qué queréis? ¿Lo de siempre para ti
Robert?
Robert
Sí, como me conoces.
Robert
sonríe a la camarera. Ella le devuelve la sonrisa de forma cómplice. Mientras
tanto Maddie mira la carta indecisa.
Maddie
¿Qué es lo de siempre?
Michelle
Una hamburguesa completa y patatas.
Robert
(pisando las últimas palabras de Michelle)
Completa y con huevo.
Maddie
Vale. Yo quiero lo mismo.
Michelle:
De acuerdo. Dos completas con patatas
también.
Michelle
se retira.
Robert
¿Así que no habías venido nunca?
Maddie
No. Pero por lo que veo tú sí.
Robert
hace inconscientemente una sonrisa pilla.
Robert
Es mi bar favorito. Es como entrar en otro
universo. Buena música, poco concurrido… Maddie de forma tímida sonríe
contagiándose del buen rollo de Robert. (Pausa) ¡Y por qué hoy no hay música en
directo!
Maddie
¿Por qué Chaplin?
Robert
¿Por qué no? Es un genio, en eso estamos
todos de acuerdo, ¿no?
Maddie
Sí, supongo que sí
Robert
¡Cómo que supones!
Maddie
(algo intimidada por el entusiasmo de Robert)
Digo, que sí, que sí.
Robert
Dime algo malo del genio.
Maddie
¿No es un poco discutible eso de que se haya
casado con yogurines cuando él estaba ya casi en la etapa “yo soy un viejo
verde”?
Robert
No mezcles peras con limones. El tipo fue un
visionario, un genio sin precedentes. Entendió el mundo desde su punto de
vista. Sin duda, como genio y maestro del séptimo arte tiene su parte oscura
pero palidece al lado de todo lo que aportó a la humanidad.
Maddie
Sí, es verdad.
Robert
Tienes gusto musical, miras películas de
Chaplin… (en tono cómico) ¿Pero de dónde
ha salido usted jovencita?
Maddie
El gusto musical lo he moldeado estos últimos
años. El amor por Chaplin, me lo inculcó mi padre y su vasta colección. Desde
que no levantaba más de un metro del suelo que me hacía ver las películas de
Chaplin.
Maddie se sorprende de la
naturalidad de sus propias palabras en la que era una de las primeras veces que
hablaba sobre su padre de forma directa. Suspira como si se hubiera liberado de
una fuerte y pesada carga.
Robert
¡Qué suerte la tuya!
Maddie
se queda pensativa con mirada melancólica. Agacha la cabeza, mira sus patatas
fritas, coge una, se la come con desgana,
y vuelve a mirar a Robert que expectante de una respuesta no se mueve.
Maddie
Sí, es una suerte haber tenido una persona a
tu lado que te enseñara esas pequeñas joyas…
Robert
se da cuenta del tiempo verbal utilizado por Maddie.
Robert
Perdón…
Empieza a
sonar Breakthru – Queen(http://www.youtube.com/watch?v=Q22oGInO-uo)
Maddie
sonríe. Al verlo Robert le sonríe con complicidad.
Maddie
Hay gente que puede disfrutar de ellos y hay
otros que no tienen esa suerte.
Robert
y Maddie vuelven a sonreír.
Robert
Venga vamos a bailar.
Maddie
Aquí, no baila nadie…
Robert
Da igual.
Maddie
Creo que no voy lo suficientemente borracha.
Robert
Michelle guapa una ronda de tequilas.
Maddie
¡Pero qué dices!
Michelle
¿Qué celebráis?
Robert
y Maddie sonríen divertidos.
Robert
La vida
Maddie
La felicidad de las cosas pequeñas
Michelle
(divertida y sorprendida)
Muy bien. Al primero invita la casa.
Robert
Deja la botella entonces.
Después
de beber el primero. Robert vuelve a llenar los vasitos. Robert vuelve a
levantar el vaso.
Robert
Por ti, porqué nunca dejes de sonreír.
Maddie
Un día sin una sonrisa es un día perdido.
Los
dos sonríen, y se beben el chupito.
Fundido
a negro y fin de la música
Robert
y Maddie siguen en el bar. Ahora sentados en un taburete y apoyados en la
barra. El local está vacío. El reloj de la pared marca las 3 y media. Ambos
están bastante perjudicados por el alcohol. En la barra, junto a ellos hay la
botella de tequila totalmente vacía. Maddie se pone sería por un momento.
Maddie
¡Mierda! Se me ha pasado la hora del tren.
Los
dos de forma instintiva miran el reloj. Ella el de la pared y Robert el de su
muñeca. Se miran uno al otro y se empiezan a reír, con sonoras carcajadas. De
fondo Michelle va recogiendo el bar. Barre, acaba de limpiar las mesas…
Robert
(escuchando la música)
¡Temazo!
Se
baja del taburete con dificultad y se pone a bailar y cantar como si estuviera
en primera fila de un concierto. Maddie se lo mira divertida.
Robert
(gritando a pleno pulmón)
“Oh I, oh, I’m still
alive,
hey I , I, oh, I’m
still alive,
Hey I, oh, I’m still
alive. Hey… oh…”
Robert
hace señales para que Maddie le acompañe. Ella se acerca a él y los dos se
cogen. Él le pone su brazo alrededor y le coge el hombro, y ella le coge por la
cintura. Ambos levantan la mano que les queda libre y como si estuvieran en un
concierto, la mueven hacia adelante de forma rítmica a la par que vuelven a
entonar el estribillo.
Robert
y Maddie (gritando, descompensados)
“Oh I, oh, I’m still alive,
hey I , I, oh, I’m
still alive,
Hey I, oh, I’m still
alive. Hey… oh…”
La
música deja de sonar de golpe. Eso provoca que Robert y Maddie se den cuenta
del ridículo que están haciendo, aunque no les preocupe demasiado.
Michelle
Siento cortaros el rollo, pero tendría que
cerrar. Que hace tres cuartos de hora que ha cerrado el local.
Robert
¿Cuánto te debo?
Michelle
mira el pedido, después la botella de tequila.
Michelle
Dejémoslo en 30 euros.
Robert
va a coger su cartera en el bolsillo del culo de los tejanos. A la vez que ve
como Maddie tiene la intención de pagar.
Robert
No, no, ni se te ocurra. Tú ya has pagado con
tu preciosa sonrisa.
Maddie
vuelve a sonreír.
Michelle
¡Qué romántico! A mí no me dices estas cosas.
Robert
le da los 30 euros a Michelle y antes de irse se dirige a ella.
Robert
¡Guapa! Tú también tienes una sonrisa muy
bonita.
Robert
y Maddie se dirigen a la puerta. Maddie intenta abrirla sin conseguirlo.
Mientras Michelle hace los últimos recuentos de la caja. Robert se ríe de forma
burlona de Maddie e intenta abrirla él. Al ver que no lo consigue empieza a
aplicar más fuerza. Michelle oye los intentos de Robert.
Michelle
¡Borrachos!
Maddie
y Robert se giran al unísono.
Michelle
Os he dicho que hace tres cuartos de hora que
el bar está cerrado. Por aquí, por la puerta de atrás.
Maddie
y Robert se dirigen a la puerta de atrás tambaleándose ayudados por Michelle.
Ya
en la calle.
Michelle:
¿Queréis que os acompañe?
Robert:
No, no estamos tan mal, (dirigiéndose a
Maddie) ¿verdad?
Robert
espera la respuesta de Maddie, pero ésta no se entera de la conversación.
Michelle:
¿Seguro? ¿Llegareis bien?
Robert:
Que sí mujer, no te preocupes.
Michelle:
De acuerdo, yo me voy por allí (señala en
dirección opuesta a donde se dirigen Robert y Maddie). Ya nos veremos Robert.
(A Maddie) Encantada de conocerte, espero verte por el bar.
Maddie mueve la mano con
vehemencia y una sonrisa algo forzada debido a que está visiblemente
perjudicada por el alcohol. Michelle se va por un lado mientras que lentamente
Robert y Maddie se van por el otro.
Maddie:
Está coladita por ti. Espero que la trates
bien.
Robert
suspira, deja de andar, se gira, ve a Michelle a lo lejos.
Robert:
¡Michelle, espera!
Michelle
sorprendida se gira y espera a que llegue Robert. Robert le da un beso en los
labios de forma tierna.
Robert:
Gracias … (pausa) por todo.
Michelle
(sonríe):
Para eso estamos. Ahora vete a dormir que lo
necesitas.
Robert
vuelve con Maddie. Ésta le da unas palmaditas en su espalda como señal de
aprobación.
Maddie:
Así me gusta.
Int/Día Casa Maddie y Mia
Vemos el pasillo del piso.
De fondo oímos la música del film Modern
Times (http://www.youtube.com/watch?v=JjoDZ-g3Ugo).
En el comedor, tapada y acurrucada con una manta está Mía viendo la película.
Maddie en pijama, despeinada, recién levantada se asoma al comedor/sala de
estar y ve como Mía está acabando de ver la película con una sonrisa y los ojos
húmedos. Mia nota que está siendo observada, se gira y ve a Maddie.
Maddie:
¿Es la primera vez que la ves?
Mia:
Sí.
Maddie sonríe, se acerca a
Mia y se sienta a su lado apoyándose sobre ella. Mia le ofrece parte de su
manta mientras la música se desvanece.
Mia:
Hacía días que no te veía… desde…
Maddie
(cortando la frase de Mia)
¿Quieres ir a dar una vuelta por Barcelona
esta tarde?
Mia (sonríe)
Sí, claro.
EXT/DIA Las Ramblas
Maddie y Mia salen de la
boca del metro. El aire les roza las mejillas y se abrochan hasta arriba el
abrigo. Las dos charlan y ríen amistosamente mientras andan. Caminan con la
mirada perdida, analizando detalles. Una florista vende una rosa a un chico que
se la regala a su chica tras recibir su beso. Un abuelo se saluda amigablemente
con la florista que saca un ramillete de debajo del mostrador y le sonríe con
complicidad. Un niño pasea con su madre mientras se queda embobado con los
juguetes brillantes que venden los pakistanís de forma ambulante. Otros
turistas se juntan con curiosos espectadores ante las estatuas humanas que poco
a poco van ganándose su sueldo de forma humilde y artística.
Maddie mira con curiosidad
las estatuas, buscando a Robert. Al lado de una bella ninfa y una criatura
monstruosa y mística, ve al pequeño hombrecito con cara seria, apoyado sobre su
bastón en la mano derecha, la otra mano en la cintura y la punta de los pies hacia
fuera, en forma de cuña. Maddie sonríe. Mia ve la figura del imitador de
Chaplin.
Mia
¡Mira, un Chaplin! ¡Qué casualidad!
Maddie sonríe divertida y se
acerca a Robert. Se lo mira y ante la extrañada mirada de Mia le echa una
moneda de dos euros. Robert empieza su show.
El pequeño vagabundo sonríe
de forma pilla, levanta cómicamente el sombrero de bombín y dobla divertido el
bastón en el que se apoya, y haciendo una caballerosa reverencia vuelve a sonreír.
Baja del pequeño pedestal de madera y empieza a andar en círculos mientras hace
el molinillo con el bastón. Robert cambia la expresión facial súbitamente y
mirando profundamente a los ojos de Maddie se va acercando a ella. Maddie le
aguanta la mirada seria y expectante. Mia se mira ese espectáculo desde la distancia
algo sorprendida. Robert y Maddie se miran mientras él se sigue acercando a
ella lentamente. Cuando está a 20 cm de ella, sonríe, provocando la sonrisa de
Maddie, se levanta otra vez el sombrero y acto seguido coge del brazo a Maddie
y con su característico andar se disponen a andar hacia adelante, yéndose de
espaldas a la cámara.
Fundido a negro fin de la
canción
FIN
Créditos
finales
Una bonita obra; un "canto" a la esperanza y al optimismo. Además, ha conseguido arrancarme no sólo una, sino varias sonrisas. Felicidades por saber reflejar tanta sensibilidad.
ResponderEliminarMe he enamorado de Downey Jr. jejeje. Hermosa obra, le da un toque diferente al festival, y eso me ha gustado. Muy buena la dirección y el personaje de Maddie. Y la música también. Es una historia muy fluida. La mejor parte fue el final, divino.
ResponderEliminar¡Felicidades!
Vivi.
Me resulta una historia poco creíble.
ResponderEliminarMuy agradable historia, que en ciertos momentos hace honor a su título provocándo más de una sonrisa, y los recursos visuales utilizados para presentarnos a los personajes me parecen acertados, los personajes protagónicos geniales, en especial el de Downey me gustó mucho.
ResponderEliminarSin duda una hermosa ópera prima, Enhorabuena Gine! :)
Hola, me ha parecido una obra muy bonita. Tiene encanto, y un mensaje de luz en la oscuridad. Me encantó la omnipresente presencia de Chaplin y el homenaje, porque también lo adoro junto con toda su obra. Los protagonistas muy buenos. Muy buena ópera prima, felicidades!
ResponderEliminarSmile es una obra humana, disfrutable y enteramente honesta. Me encanta el trabajo de la directora. Felicidades.
ResponderEliminarUna obra muy agardable de leer, con un gran homenaje al genio de Charles Chaplin...Me gustó particularmente la escena final.
ResponderEliminarVoy a hacer un poco de autocrítica constructiva. Creo que al final me ha quedado un poco moñas en conjunto, sobre todo desde que entra Michelle en escena. Ahora que me lo leo por vez 124135246 lo tengo claro...
ResponderEliminarY también me sobra media escena cuando Robert hace su confesión... demasiada información que en realidad no importa si se da o no. Es más, queda mejor sin que se dé porque dejas el misterio de como murió la hermana en la mente del espectador.
Aun así, le he cogido cariño ya a la obra.
Saludos, y me alegro que haya gustado, aunque sea un poquitín.
Bastante optimista, buenos dialogos y buenas escenas sueltas, el unico fallo que le encuentro es a la hora de hilar las escenas algunas no terminand de encajar.
ResponderEliminarAun así gran debut =)
- Gustará a Dialo y a Pabela.
ResponderEliminar- Con esta selección musical, seguro que Gine podría vivir perfectamente en mi piso de estudiantes (lo digo por mis compañeros, no por mi, jjj).
- Downey Jr. no me gusta como actor. Le tengo una eterna manía. Pero aquí lo veo pletórico. Felicidades. Nominación a actor y actriz ya!
- Amena y rápida. Quizás un tanto previsible y con demasiado diálogo, pero disfrutable en líneas generales. El toque cinéfilo resulta muy divertido.
- Hemos sonreído, si! Felicidades, Gine!
Tiene razón Xavier: ME GUSTÓ!!!
ResponderEliminarEl final, excelente!!! La nostalgia de la obra, la inocencia y la frescura, es genial. Y la corrida por la rambla también :) Mezcla tristeza, dulzura y sonrisas, como lo hace Chaplin :) Aunque él lo hace mejor, a ver si te agrandas jajajajjajajajaj A lo que voy es que tiene estilo Chaplinezco, no solo por que esta ese personaje. ¿Me explico?
Seguro que conociendote, queres también críticas: Pues yo coincido con vos en las explicaciones de Robert, no las sacaría del todo, pero no las haría tan largas. Que se cuente, pero reducido. Y si, explicaría porque le debe plata o lo que fuera a su cuñado, porque abrís el misterio y no lo contás.
A Michelle la dejaría tal cual como esta. Salvo que el beso de Robert sea para la protaaa!!! ;))) Bien ahí esta muchacha que tiene un Downey en una plaza disfrazado de Chaplin y que la invita a cenar!!!
Me encanto también la música, la disfruté muchísimo. Vamos Gine todavía, una tierno homenaje al señor de caminata torcida :)