TÍTULO: Tracy.
Directed By: Juan Bagliani
País: Argentina
Categoría: Obra larga a competencia.
Género: Animación, drama psicológico.
Clasificación: + 15
Sinopsis: Una nena, una nena tal vez buena, tal vez mala, tal vez rara, tal vez simple y normal, una nena, tal vez linda, tal vez fea, tal vez cuerda, tal vez loca, tal vez"
ARGUMENTO:
PARTE
1
Voz : “Era un nena linda. Una hermosa nena linda. Una
nena, una nena capas de las cosas mas extraordinariamente exóticas y
desconocidas del mundo. Todo un mundo
encerrado en una pequeña cabeza que trabajaba día y noche produciendo
conocimiento e ideas revolucionarias y desconocidas por ese inocente corazón”
Tracy
está durmiendo. Abre los ojos.
Voz: “O tracy, que ojos tan bellos tienes. El brillo de
tus ojos condiciona el sentido de mi vista Tracy. Tus pestañas enriedan
mis pensamientos. No me mires con esa
cara, no seas mala”
Se levanta
y se pone dos sandalias. Dos sandalias negras, dos sandalias negras y de
charol, con un moño negro en la punta. Se sienta en su escritorio blanco. Su
escritorio blanco inmaculado. Abre un cajón, un cajón pequeño, pequeño pero
profundo. En el fondo luego de remover juguetes y otros papeles encuentra su
cuaderno. Lo saca, lo abre. De una lata color rosa toma una lapicera.
Voz: “Que escribirás Tracy? No estarás planeando algo
malo… Niña mala. Ojo con lo que haces!. Mejor cierra ese cuaderno!... Bueno, aunque
pensándolo bien tengo curiosidad, no quiero que cierres ese cuaderno. Quiero
que escribas, que te expreses, que nos cuentas las cosas mas extrañas del mundo
con tu inocencia no tan inocente. Deja que vuele tu mente por esas hojas. Pero
ten cuidado con lo que escribes porque aquí estoy vigilándote.”
Tracy
pestañea. Destapa la lapicera y comienza a escribir. Su letra es perfectamente
hermosa y delicada. Se apaga la luz del cuarto.
Voz: “Tracy, donde estas?. Vuelve aquí.”
PARTE
2:
Voz: “Miren como baila como una paloma, como mueve las
extremidades de su cuerpo sin vergüenza. Pareciera que nadie la estuviera
observando. Vamos Tracy, muéstranos lo que tienes, no seas una nena mala. Bien,
así me gusta, estira mas el empeine… Ahí, ahí, perfecto! Cada día lo haces
mejor. Parece que haces caso a mis consejos. Y yo que creía que no confiabas en
mis sabias y adecuadas palabras.”
Su
tutú es negro, la pieza blanca inmaculada. Un blanco tan blanco que encandila,
no hay ventanas. Hay muchas luces blancas en el techo. En el medio ella forma
las posiciones mas hermosas de la danza clásica, pero su mirada está totalmente
perdida. Es como si estuviera ciega, pero no solamente ciega, sorda también. Sus
pestañas nos impresionan, mucho. Son muy grandes y estremecen, pero a la vez
son lindas y las adoramos. Hay algo en sus ojos que nos habla, que nos grita,
tal vez un pedido de ayuda, tal vez la busca de alguna respuesta. Quien Sabe?.
Se sigue moviendo delicadamente, es como una paloma que recién sale de la
jaula, revolotea, levanta las piernas, alza sus manos y gira nuevamente.
Voz: “Recuerdas aquella noche cuando bailabas para mi, ¿lo
recuerdas Tracy? Que manera de sentir placer al ver ese cuerpito tan hermoso
bailar. Esas líneas tan perfectas, esos ojos tan compenetrados con la música….
Me dan ganas de verte nuevamente. Escúchame! Ahora parece que no me escuchas..
Nena mala, no seas irrespetuosa, escúchame! Hazme caso, no te vayas. Quédate
aquí, es una orden!
Tracy
dejó de bailar, poco a poco los bellos movimientos se fueron desvaneciendo en
el aire, la magia de su baile no estaba mas en la habitación. Se sentó en el
piso, tal vez estaba aburrida, tal vez no sabía lo que hacía, tal vez estaba
aturdida, cansada, sorda, ciega, loca, rayada, insatisfecha, disconforme,
dolorida, quien sabe? La vemos de perfil, gira la cabeza y nos mira fijo, pestañea,
nos sigue mirando, muy fijo, sus ojos no dejan de mirarnos. Podemos ver un poco
de lástima en los más profundos y remotos lugares de sus pupilas, un brillo que
se apaga y disminuye, disminuye y se pierde en las profundidades.
Voz: “Eres una nena mala, una nena inútil. Si no bailas
no te quiero, no te quiero nada, te odio Tracy, te odio mucho. No provoques mi
bronca que no quiero hacerte daño. Empieza a moverte de nuevo, no seas una nena
caprichosa, demuéstrame tu amor… Vamos, yo se que puedes hacerlo, tantas veces
lo has hecho tan bien. Mmm, cuantos recuerdos, cuantas cosas en mi memoria que
provocan mis ganas verte.”
Se
apaga la luz, no vemos nada, mejor dicho, no vemos casi nada. Solo brillan los
ojos de Tracy, brillan como dos chispas saliendo del fuego. La pieza no es mas
blanca inmaculada, es negra. Un negro vacío. No asusta pero impresiona,
estremece tal ve incomoda.
Voz: “Mala… inútil. Eres una pequeña perra Tracy. Sí, si
que lo eres.”
PARTE
3:
Tracy
recorre el jardín de su casa. Un bello patio, un hermoso y bello patio. Las
flores rebalsan de las grandes masetas. La niña en ese inmenso jardín pareciera
ser muy pequeña. Su vestido blanco y perfecto acompaña cada uno de sus
movimientos. Las rosas parecen mirarla a la cara, fijo y sin pudor. Los pastos
milimétricamente cortados, los árboles, milimétricamente podados. Todo encaja
en un paisaje visualmente impresionante y sobrio. Quizás un poco oscuro, porque
el cielo esta nublado, unas nubes muy grandes que no dejan que el sol penetro
como días anteriores. Pero de todas maneras contemplamos a Tracy recorrer el
jardín, mirando cada una de las especias más exóticas y delicadas de flores.
Voz: “Que linda estas hoy, que bien te has vestido. Sé
que sabías que yo te estaría vigilando. Porque siempre lo hago, siempre estoy
pendiente de lo que haces y de lo que no haces. Pero hoy no me has decepcionado
como otros días que prefiero no recordarlos.”
Ella
corta una flor, con una pequeña tijera le corta las espinas, una por una, es
que era un rosa. Una hermosa rosa blanca. Una vez que termina de cortarle las
espinas, la pone en su canasta, un cesto con un moño grande, muy muy grande.
Voz: “Esa rosa es casi tan linda como vos. Es perfecta e
inocente como vos. Es tierna y se perfecciona como vos. Pero un día esa rosa no
será tan linda, sus pétalos se irán cayendo. Y no creo que quieras verlo. De la
misma manera que yo no quiero estar cuando tus pétalos se caigan, cuando
pierdas toda tu belleza, cuando ya no seas mas una dulce e inocente niña. Un
día tal vez sea la niña más fea, sé que eso será así. Serás fea, oh si, muy muy
fea.”
Tracy
toma la rosa de la canasta, la mira con odio. Vemos en sus ojos como una llama
que se enciende de manera repentina, las pupilas se agrandan de un segundo al
otro, su piel pareciera volverse áspera y seca. Tira la rosa al piso.
Voz: “Por qué haces eso? Por qué tiras esa preciosa flor?
Ella a ti no te hizo nada, y tu estás tirándola como si nada. Por eso digo que
eres una niña muy mala. NENA MALA, Alza esa flor, vuélvela a tu canasta, te lo
estoy ordenando, vamos, hazlo, mas rápido que no quiero esperar. Bien así se
hace.
Ella
termina de poner la flor en la canasta nuevamente, sigue caminando, apura el
paso. Mira hacia atrás con vergüenza, la vemos de espalda, se aleja de
nosotros.
Voz: “A donde te vas pequeña mariposa? Todavía no quiero
que te vayas, quiero que te quedes acá, conmigo. Quiero que recojas muchas,
muchas flores más, que sigas paseando por el jardín. Pega la vuelta, vuelve.
Vamos, lo he dicho! Es una orden.”
Tracy
se sigue alejando. Poco a poco dejamos de verla, no la vemos más.
PARTE
4:
Voz: “Que manera tan delicada tienes de tomar el té. Me
encanta ver tomar con tus suaves manos esas tazas tan prolijamente lindas. Que
lindo es ver tu suave boca dando sorbos.”
Ella
está seria. Se la ve como aturdida, pero su mirada se mantiene firme, muy
firme. Todavía mantiene la llama que tenía al arrojar la flor al piso. Toma la
tetera, la mueve lentamente al verter el té en su tasa.
Voz: “No me mires así, ¿que te hice yo para que me hagas
esto? Ya te he dicho muchas veces que no tienes razón de ser una niña mala. Mírame
con ternura, como me mirabas antes. Quiero ver el brillo de inocencia en tus
ojos. Quiero que esos hermosos ojos aparezcan de vuelta y llenen de brillo los
míos.”
Tracy
toma un trozo de pastel, de un enorme pastel bañado en crema rosa y con
frutillas. Se olvida de tomar una servilleta. Al comerlo se ensucia, se ensucia
mucho. Sus labios quedan llenos de crema rosa, hasta su nariz y su mentón
quedan cubiertos con crema rosa.
Voz: “Tienes que tener mas cuidado al comer, porque no me
gusta verte así. De todas maneras tus
labios se vuelven más atractivos e irresistibles cubiertos en crema. Mmm, que
rico. Eres linda, pero la próxima vez ten mas cuidado al comer. ¡Que sea la
última vez que te veo comer de esa manera! ¿Entendido?”
Tracy
hace un gesto de desdén. (Fija la mirada en la cámara por 15 segundos)
Voz: “¿Qué es lo que no entiendes amor? Me parece que fui
lo suficientemente claro y que no tienes razón para no entender lo que quiero
decirte. No me mires así, no intentes causar lástima en mí porque no lo
conseguirás. ¿O no te acuerdas las cosas que han pasado? No se en que estarás
pensando, te noto rara, te noto fea, te
noto diferente, te noto extraña, soberbia, irrespetuosa, es como si no tuvieras
vergüenza…”
Tracy
lentamente desplaza la silla hacia atrás, se levanta de la mesa. Al hacerlo
varias cosas caen de la mesa al piso. Las cosas tardan años en llegar al piso.
Ella se aleja, se aleja, cada vez mas, sale de la sala de té, cierra la puerta.
La
luz se apaga.
PARTE
5:
La
pieza está oscura. Si, está muy oscura. Ella está acostada, pero no duerme, no
lo hace, sus ojos están bien abiertos y a la espera de algo. Se la nota
ansiosa. Mira el techo, en el techo no hay nada, es blanco, y liso. Nada que
llame la atención. Nada que explique su posible incertidumbre o ansiedad. Nada
nuevo, nada raro, extraño, inoportuno o inusual.
Voz: “No sé qué es lo que miras. Ya es hora que estés
dormida, deberías estarlo. No puedes dormir, ¿te sucede algo? ¿Te sientes mal?
¿Pasó algo? ¿Tienes miedo? ¿Por qué no cierras tus ojitos? Cuanto más rápido
los cierres más rápido vas a sumergirte en tus sueños, esos sueños…. Sueños tal
vez inimaginables y locos. Vamos Tracy, duérmete de una buena vez por todas!.
Quiero que te duermas, rápido, no te retrases mas. ¿O quieres que te vaya a
hacer compañía?… esa idea me gustó, te quiero
hacer compañía. ¿Tu también lo quieres?”
Tracy
se agita, empieza a respirar fuerte, se levanta de golpe y queda sentada en la
cama. Respira cada vez más fuerte. De a poco empieza a emitir gritos. Cada vez
los gritos son más y más fuertes. Su gritos resultan cada vez mas
escalofriantes.
Voz: “Tracy, Tracy, ya para. ¿Qué te sucede? ¿Tienes
miedo? No entiendo, cálmate ya. No grites más. ¡Me estás aturdiendo niña mala! ¡No
me gusta escuchar esos gritos! ¡Vuelve a acostarte y cierra esa boca!. Me tienes
que obedecer, si no paras tendré que hacer cosas que no quiero hacer.”
Tracy
se levanta de la cama, empieza a caminar por la pieza, camina dando vueltas,
apenas vemos sus ojos y divisamos su largo camisón blanco que se arrastra por
el piso dejando una estela. No para de gritar y respirar fuerte como si tuviera
un ataque de asma, los latidos de su corazón aceleran notablemente, es como si
el mismo corazón se le saliera por la boca. Su cara está más pálida aún.
Voz: “Niña del demonio! Nena mala! Basta ya! No me
obligues a ir a frenarte nena mala!. Eres un demonio Tracy, te odio, te odio
con lo más profundo de mi ser. No se por qué no paras de gritar de una buena
vez!. Niña del demonio! Cállate ya!”
Tracy
grita, grita, en sus ojos hay una llama muy profunda. Su piel se vuelve áspera
y seca. Ya no es esa niña tierna y delicada que juntaba flores por el jardín y
tomaba el té delicadamente. Toma una almohada y le empieza a pegar a la pared.
Le pega muy fuerte, el ruido de la almohada contra la pared es extremadamente
fuerte y retumba por toda la habitación. Los gritos de Tracy parecen los de una
persona que está siendo azotada y torturada ferozmente.
Voz: “Deja eso ya! No me hagas enojar! Nena mala, eres
una porquería, nena mala, nena mala, nena mala. Nena inútil, del demonio. Voy a
tener que ir a frenarte.”
Tracy
corre de un lado al otro.
Voz: “Basta niña del demonio, nena inservible, nena fea,
nena mala.”
Tracy,
abre su cajón. Tira todas las cosas que hay, busca algo impacientemente.
Voz: “Que buscas?.. Tus gritos me excitan niña mala…. Me
excitan como aquella noche, esa deseada y placentera noche. Nenita mala, ¿qué
haces? Deja eso ahí, lo he dicho!”
La niña
encuentra lo que buscaba, gira su cabeza nos mira y sonríe.
Voz: “deja eso así, que haces? No te acerques. Sal de
aquí, que haces? Estas loca? Devuelve eso al cajón. NENA MALA.”
Fundido
Negro.
PARTE
6:
Amanece.
Tracy tiene la frescura en su cara nuevamente. Nos mira con su tierna cara
inocente, nos sonríe. Se levanta de la cama, seguimos sus pasos. En un momento
frena y vemos que su cara mira hacia el piso, pero no le da importancia y sigue
caminando en círculo por la pieza. Se detiene en un momento, abre las puertas
del blanco armario, entre muchas cosas encuentra una caja. Se sienta en la mesa
y abre la caja. Sus ojos siguen expresando una ternura inexplicable. El brillo
de su mirada está presente nuevamente. Su piel es suave como lo era antes, sus pestañas
siguen asombrando.
La
cámara se aleja. Vemos el resto de la pieza, en el medio, su papá muerto.
Ella
se levanta y se pone las sandalias, las sandalias negras, las sandalias negras
de charol, con un moño grande en la punta. Sonríe. (Nos sonríe mirando a la
cámara por 15 segundos).
Fin.
Créditos. Continuará-
NOTAS DEL AUTOR:
-
Es muy importante que
mientras se lea, se escuche la música al mismo, tiempo, cada parte con su
correspondiente música.
-
Mientras la Voz habla,
seguimos viendo a Tracy, en ningún momento dejamos de verla.
-
Es una obra animada. El
único personaje que se ve es Tracy.
Interesante planteamiento sobre la locura... me ha gustado que no se nos dé mas detalles de lo que se presenta, así se hace mas interesante la lectura. Terrorifica en cierto nivel. Me ha gustado, aunque pareciera mas un relato... con todo la musica escogida es perfecta.
ResponderEliminarSaludos,
Vivi.
Juan Bagliani brinda una obra muy interesante.
ResponderEliminarMe gusta el uso de la música, creando atmósferas oscuras que me recuerdan un poco a un Fantasía de Disney.
Me gusta la voz poética del narrador, las estampas extrañas que describe y ese 'no saber' cómo es la protagonista y cómo es el narrador, que van cambiando a lo largo de la obra en una relación que no se sabe quién domina a quién.
Quizás añoro alguna indicación cinematográfica de fotografía, aunque al ser una pieza animada así como está hace que nustra imaginación vuele.
Una nueva 'obra larga corta' que parece sencilla pero da para mucho.
Felicidades!
Me ha gustado mucho esta obra, en la cual la aparente inocencia edulcorada de las escenas esconde algo siniestro y macabro que tiene lugar en el transfondo...
ResponderEliminarTambién posee mucho misterio, eso es lo que la hace fascinante, me gustaría ver en que forma esta obra continuará...
Una obra un tanto más narrativa que cinematográfica, pero que aun así resulta interesante y el hecho de ‘no contar demasiado’ dejando espacio para la imaginación, le dan un toque aún más enigmático que resulta atrayente.
ResponderEliminarFelicidades Juan!
Interesante, diferente, ágil e impactante. Tracy es un bocado sabroso de crueldad escondido en la imagen de una inocente muñeca. Es fascinante su desarrollo, aunque es mas narrativa y me hubiera encantado conocer más pormenores, la obra se disfruta.
ResponderEliminarSaludos.
Potente. Juan Bagliani ha traído una joya animada del terror psicológico. Me ha enganchado y nunca dejé de leer. La narrativa es plenamente interesante aunque pienso que funcionaría más como relato. Sin embargo, el final abierto a una nueva entrega de "Tracy" me ha dejado con ganas de más.
ResponderEliminarFelicidades.
Curiosa obra. Me gusta la importancia del color en tus descripciones, particularmente hubiera puesto muchas más y no solo la dicotomía entre blanco y negro. Me gusta el tono macabro... esperaremos a ver como continúa.
ResponderEliminarSaludos ;)