lunes, 2 de abril de 2012

11 pregunta a Alex Kleinman


Alex Kleinman ganador al mejor poster en el DB6 por "SIN"

1.-) ¡Felicidades! Fuiste una de las mayores revelaciones del festival anterior. Tal vez poco o nada conozcamos a este excéntrico personaje que se esconde tras las maravillas artísticas de Exodus o “Sin”. Así que cuéntanos ¿Cómo es Alex en su vida diaria?

Suelo comerme el pan con orillitas, así que muy excéntrico no soy. Supongo que en estos últimos años mi vida ha sido un desastre, pero siendo como soy un puto masoquista, he descubierto como hacerla tolerable. Ahora mismo, estoy viviendo sólo por primera vez en mi vida, y he descubierto que tengo tanto de hogareño como de sudafricano, de tal forma que mi día comienza desayunando galletas oreo pasadas y agua del grifo con dos cucharadas de kool-aid, y termina cenando burritos descongelados del súper y té helado con cacahuetes y yogurt. En el trayecto entre ambos eventos, voy a trabajar al departamento de inscripciones de una escuela privada. Les grito a los estudiantes, maldigo a todas las madres del mundo, mi supervisora me echa bronca, presento mi renuncia cada jueves, y vuelvo a trabajar el viernes atascado de aspirinas. Salgo a almorzar a un restaurant árabe que no sirve comida árabe sino old-fashioned hot-dogs, o bien me quedo en la oficina a echar una siesta, o bien intento seguir leyendo mi Libraco de la Semana y termino flirteando con los estudiantes de primer año usando frases matadoras como “quiero adivinarme prosaico en tus conocimientos carnales”. Cumplo con mi cuota de inscripciones, compro una mini-pizza para el camino, y regreso a mi apartamento para lavarme el pelo y enfundarme el pijama y robarme el wi-fi del vecino. Hago sonar a My Bloody Valentine o Placebo a todo pulmón, reviso los sitios de noticias por si acaso en mi ausencia comenzó un exterminio nuclear o algo, empiezo a bajar música y películas de forma compulsiva (meteos mi sentencia por el culo, FBI), empiezo a escribir, a editar mis foticos, a montar mis videoperformances, a pulir una canción, a mirar la pantalla de ordenador fijamente mientras se despliegan primorosamente las actualizaciones del facebook y anuncios de alargadores de pene. En algún momento del trance recuerdo que estoy en camino de convertirme en un fantabuloso artista conceptual, así que respiro hondo y vuelvo a escribir.

2.-) El festival es un espacio creado con el propósito de expresar esas historias que siempre quisimos llevar a la gran pantalla, explorar nuestro “yo” director. ¿Cómo llegaste al festival? ¿Cuál fue tu impresión al enterarte de su existencia?

Creo que fue en los blogs de Xavier Vidal y José Barriga (just for the record, jamás comento, porque me da pereza comentar en los blogs, pero leo cada entrada como si la vida se me fuese en ello). Recuerdo que la primera obra que conocí fue Tierra de Placebos, pero la primera que leí fue The Time was Stopped Just for Us. También recuerdo que pensé “¿por qué nadie había pensado en esto?”. Hay tantos yonkis cinéfilos en el mundo con un montón de historias entre los sesos o escondidas bajo la almohada esperando a ser contadas, carajo. Muchos de ellos, yo incluido, lo tomamos ya no como una alternativa al World of Warcraft o el hentai, sino como un sádico reto personal, a veces como un ensayo de las historias que realmente queremos materializar fuera de la blogosfera. Mi propósito ulterior es convertirme en cineasta de tiempo completo (tan indie y tan hype-avantgarde como pueda serlo), y me gusta pensar que los festivales de carne y hueso serían tan divertidos como el DirectedBy. No estoy seguro de que me permitan decir tantas palabrotas como suelo hacer por acá, pero sería putamente cool.

3.-) Con dos obras presentadas en el festival anterior podemos decir ya que tus relatos son algo perturbadores, llenos de una enigmática violencia. ¿De qué o quién recibes inspiración a la hora de escribir? ¿Tienes algún precedente?

Es raro, porque nunca pretendo llevar mis historias a ese lado perturbador o mórbido o disturbado o cómo queráis llamarlo. Siempre pretendo buscarles un sentido existencial, una psicología auténtica, que sean dramaturgicas, pero las más de las veces se me van de las manos. Me atrae mucho la crueldad como catarsis, como un mecanismo de revelación para los seres humanos y su inner truth. También me interesa el rollo de la identidad y la personalidad, la imposibilidad que tenemos como personas comunes y corrientes de distinguirnos entre el resto de la colmena. La sexualidad es otra cosa que me quita el sueño, algo tendrá que ver con mi condición asexual y mi incapacidad de distinguir el placer del dolor (ejem). Supongo que en el proceso creativo, mis historias se empapan con esas obsesiones, y lo que pretendo narrar como una comedia alivianada se convierte en un pastiche de amargura de 30,000 palabras.

¿Qué me inspira? Acaso ya sabéis de mi absoluta devoción por el Dogme 95, el surrealismo, Gente muy rara como Duchamp o Yves Klein, Chris Burden y esa clase de subnormales. Michael Haneke, que debe ser el cineasta más grande que haya vivido. A veces me creo Dumont, o Buñuel, o Coppola, o Antonioni, y en mis malos días me siento Pasolini, o Riefenstahl, o Syberberg, o Kaufman. Ahora estoy clavado en la obra de Goethe y Michel Houellebecq, y estoy terminando con las de Kurt Vonnegut. Estoy flipando con el nuevo disco de Grimes, con Lana del Rey, con Pop. 1280, un recopilatorio de Catherine Wheel y una vieja banda de rock industrial llamada Prick.

Cuando tenía quince, escribí una novela de misterio que procuré destruir porque terminé odiándola hasta los cojones. He escrito algunos relatos cortos, un par de textos teatrales, los libretos de mis dos cortometrajes, y algunos video-performances recientes. Ahora mismo estoy trabajando en una colección de relatos concebida como un CD conceptual acerca de nuestra obsesión con la nostalgia y el cuerpo. La cosa es que todas las historias ya fueron contadas, la cosa es destruirlas y unir los trozos en algo emocionante.

4.-) ¿Cómo fue el proceso de adaptación de Exodus? ¿Qué fue lo más complicado a la hora de escribir esa historia envuelta en una heroína y su enfrentamiento ante policías pederastas?

Actually, no fue tan difícil. El relato de Chuck Palahniuk es la leche, y desde la primera vez que lo leí pensé que tenía jugo para un cortometraje, porque es muy cinematográfico. Las diferencias entre el original y mi adaptación fueron mínimas, pero me las arreglé para explorar algunos elementos que le funcionaban a Cora Reynolds y su espiral de autodestrucción asistida y sin lubricante. Los protagonistas de Chuck son criaturas tristes que llegan al fondo, cualidad que me flipa, y a diferencia de “Sin”, que fue un jodido tormento, escribir Exodus fue muy divertido y reconfortante. Cosa rara, fue más fácil comprender a los detectives que a Cora: ella es una sociópata que reacciona como un animal acorralado y torpe, pero los detectives reaccionan como cualquier persona con una pequeña cantidad de poder. El sistema corrompe a los hombres, y los hombres corrompen los sistemas. Las personas son convertidas en objetos, y los objetos en personas. Es algo que todos hemos hecho, porque nuestro instinto es dominante, y Exodus trataba de explorarlo en una escala pequeña y radical.

Siendo franco, no tuve ningún problema para lidiar con algo como la pederastia, aunque en Exodus sea una parafilia ms siniestra: es el concepto social el que sofoca a los detectives hasta convertirlos en unos pervertidos, de tal forma que explotan en los Horny Butt todo lo que se prohíben hacerle a los niños al otro lado de la mesa. Cuando pones niños y sexo en la licuadora sabes que la vas a liar parda: acabo de ver A Serbian Film, y cientos de comentarios que han hecho sobre esta. También pienso en los films de Larry Clark, como Kids o Ken Park, y en cualquier caso niños-sexo es una formula garantizada para el público y la controversia, aunque no puedo negar que en algún momento pensé en darle a Exodus un enfoque más arriesgado y polémico para disfrutar el debate lógico. Creo que tuve suerte que las críticas fuesen tan amables y positivas. Hasta ahora, ninguno me ha puesto una orden de restricción. Hasta ahora, vamos.

5.-) “Sin” fue personalmente una de las obras que hallé más sorprendentes del festival anterior, quizá su propuesta atrevida y su deslumbrante argumento hicieron que la disfrutara ampliamente. Sabemos que originalmente era mucho más extensa, ¿Tuviste inconvenientes al hacer la historia más corta? ¿Cómo fue el proceso de transformación de la obra con el pasar del tiempo? Y de paso ¿Por qué el título “Sin”?

Joder, sesenta páginas, más o menos. Unas 50,000 palabras, creo. Al principio me chirrió mucho el límite de folios, y solté tantos “joder” mientras presionaba la tecla de borrado que me saqué las amígdalas. Pero eventualmente no pude estar más agradecido, porque el resultado final no echa de menos las toneladas de escenas con el primer personaje de Miranda July, las introducciones a cada capítulo narradas con los huevos, y los diálogos infinitos y pretenciosos que alguna vez pensé que molaban. Otro de mis problemas es que soy excesivo, y algo que he aprendido en mi (corta) trayectoria en el DB es a buscar el bien de la historia y no el de mi autoestima.

“Sin” comenzó hace cinco años en un cortometraje que realicé cuando estudiaba el bachillerato. En ese momento no había distopías, ni alucines chacoteros en slow-motion: era una historia muy sencilla, muy monita y muy pedante, y una crítica muy torpe a los sistemas de creencias (ahora soy ateo de cojones, pero en ese tiempo era el Martin Lutero de los agnostas). Supongo que todos los pininos son igual de sencillos, monitos y pedantes, y por regla general siempre termino detestando todos mis trabajos, pero el corte final de “Sin” fue fatal. La trama tenía potencial, pero yo era inexperto, el editor un gilipollas, y los actores simplemente excelentes, de forma que empecé a autolesionarme fijo por haber arruinado su buen quehacer. Poco después hice el director’s cut agregando escenas plagiadas de archive.org, y fue presentado en un par de festivales multimedia: recuerdo que en la primera función, cuando empezaron los créditos, nadie aplaudió ni se movió durante un rato.No me importaba si creían que era el Mulholland Drive del indie local, o si por el contrario era semejante mierda que no merecía ni un pedo. Estaba feliz, porque la reacción que buscaba era el desconcierto. Cuando comenzaron a aplaudir por cortesía, comencé a detestar la sola presencia de la caja del DVD y el nombre de mi ex en los créditos (hijo de perra).

Hace un año, hojeando la basura que suelo meter en mi armario porque soy muy nostálgico, descubrí los primeros bocetos que había escrito, y retomé la historia, currándome mi brave new world de ciegos bajo en calorías. La historia volvía a ser muy monita y muy pedante, y virtualmente irrealizable, pero por entonces ni la historia ni yo nos soportábamos, y supongo que sólo seguí escribiendo porque la idea principal seguía pareciéndome cojonuda. Al poco surgió la idea del DB6, y decidí quitarme a “Sin” de encima. Escribirla fue muy jodido, básicamente eran cinco años de proyectos y subtramas que no querían cuajar, y en ese tiempo comencé otro tratamiento con mi doc, así que cuando digo que lloré escribiendo un par de escenas de Dave Keller, es porque lloré de verdad. Tal vez sueno like an asshole, pero tenía que ponerle punto final para convencerme de que puedo contar historias. Fue una experiencia muy extraña, muy larga, y muy sufrida, y aunque no se convirtió en la frikada cyberpunk que pretendía enviar a Cannes (en ese tiempo andaba en drogas) me sentí feliz cuando, después de cinco años, seguía causando el mismo desconcierto que esa tarde en el festival de multimedia, con los aplausos extraños y los elogios que no esperaba.

El título es la única cosa que no cambió en todo este tiempo, y como tengo un grave problema con los títulos de mis trabajos, me siento muy orgulloso de ése. En castellano, es la preposición que indica la ausencia o carencia de algo; implica la fragilidad de Ruth, Dave y Noemi, su hambre de tener un significado diferente al que son obligados a tener. En inglés, “sin” significa “pecado”, es decir, la presencia de algo prohibido e impropio, algo que no pertenece al orden natural de las cosas. Son dos conceptos contradictorios que simplifican perfectamente toda la historia. Además, en el hebreo antiguo, “sin” significa “dios” y ocupa el número 21 den el alfabeto. En “Sin”, la edad en que los creyentes deben hacer su Renunciamiento (quedarse sin ojos para librarse de un pecado original) es a los veintiuno. En muchas culturas, a esa edad se considera alcanzada la madurez total, y la historia retrata la transición de la ingenuidad dolorosa a la verdadera adolescencia. En un sentido más risible, la novela A Clockwork Orange (que me inspiró desde el principio) posee veintiún capítulos, el último de los cuales es suprimido en muchas ediciones: en ese, Alex DeLarge experimenta el reconocimiento de su libre albedrío y su verdadera personalidad, al igual que Ruth lo hace devorando las identidades de sus amigos.

Aceptadlo, soy la onda.

6.-) ¿Qué adelantos nos puedes brindar sobre tus próximos trabajos para el festival? Además de obras, ¿habrá algún videominuto?

Desde el DB6 anuncié un thriller de horror llamado Terrible Angels. Empieza como un melodrama siniestro y se convierte en un salvaje torture-porn con diálogos complejos y personajes psicológicamente sofisticados que hacen rodar alegremente miembros y menudencias por doquier. Es un discurso acerca de la naturaleza oculta de la bondad y la mediocridad del amor ante la crueldad o algo así. Suena deprimente, y será muy desagradable, pero me he divertido como enfermo con Cate Blanchett y Charlotte Gainsbourg peleando por el premio a la más borde.

Otro proyecto, más reciente, es una autobiografía experimental. Se llama The Distance, y narra la relación de un actor fracasado y un guitarrista incomprendido a través de varias dimensiones alternas, suspendidos entre la vida y la muerte. Es una versión ligeramente más emocionante de mi desastrosa vida personal. Es surrealista y melancólica y cruel, trata acerca de la amistad, el desprecio y la distancia entre lo que somos y nunca seremos. Mi alter-ego será interpretado por Andrew Garfield, el otro protagonista es Niels Schneider, y en el cast de secundarios van Jane Lynch, Winona Ryder y John Hawkes. Es mi proyecto más personal, el más difícil y el más catártico que haya escrito. Ya veréis.

Para videominutos, so sorry, no hay nada. Aunque estoy trabajando en una serie de video-performances, así que alguno podría pasar por el festival sólo como una curiosidad indigna de premios. En uno salgo yo masticando tabaco durante catorce minutos, lo dicho.

7.-) ¿Has pensando en incursionar en algún otro género, como la comedia, el drama o el musical? ¿O no van con la personalidad de Alex Kleinman?

Supongo que en algún momento, cuando el buscaminas le gana la labor creativa, termino etiquetando mis historias en “sci-fi” o “terror psicológico” o “hardcore-burlesque-porn”, pero nunca escribo pensando en algún género. Creo que es ése elemento “perturbador” lo que puede clasificar mis obras en un sitio más bien inaccesible. Trabajando en Terrible Angels, por ejemplo, me he sentido inclinado al lado oscuro, de subir la cuota de mala leche y degeneración para capturar la atención del público. Admiro mucho las películas que son promocionadas como “el film más perverso en la historia del cine perverso” o “la obra más enferma del año”, ya no por su nivel artístico, sino la genialidad para convertir un inocente porno-drama de terror en un debate acerca de la moral, la misoginia y esas cosas. Creo que he sido más cuidadoso a la hora de entrar en esa clase de controversias (¿...no?)

En cualquier caso, podrías considerar Terrible Angels una comedia negra que deviene en un drama hiperviolento, y The Distance es como una dramedy romántica con tintes filosóficos. Me llaman la atención los thrillers políticos, tres horas de personas hablando con mucha profundidad, o las teen-comedys frívolas y aleccionadoras. Me encantan los musicales, desde Fred Astaire hasta Barbra Streisand, Moulin Rouge!, Velvet Goldmine, The Sound of the Music. Estuve barajando la posibilidad de hacer un musical para esta edición, algo así como un homenaje a cierta pianista pelirroja que venero sobre todas las cosas, pero al final ganó mi curiosidad por las entrañas de Edward Norton salpicando la pantalla.

8.-) ¿Es Keir Gilchgrist un actor fetiche acaso?

Un chico fetiche sí lo es. Cuando escribía “Sin” estuve pensando en los actores guaperras que pudiesen cumplir con mi visión de Dave. El problema es que el guaperras de calendario y revistas de caramelo no se llevan my bien con las aptitudes histriónicas. Un día estaba viendo United States of Tara en la PC, y de pronto decidí que lo guaperras se iba al diablo, y me quedaba con la melancolía y expresividad de Keir. También en ese instante Dave pasó de ser un secundario simplón que no me importaba mucho al protagonista absoluto de “Sin”, aún cuando me esforcé por darle el mismo espacio a Ruth y Noemi. De todos los personajes que haya escrito, Dave es el que tiene más de mí, soy su alter ego en un mundo que no nacimos para soportar. Tener a Keir en ese papel fue increíble, de puta madre. Me encantaría verlo en papeles más frecuentes y desafiantes, porque su potencial aún no ha sido exprimido como Snoopy manda.

En todo caso, Saoirse Ronan sería mi actriz fetiche. No recuerdo ninguna actriz joven y reluciente con las agallas y el talento que ella tiene. De vez en cuando aparecen actrices jóvenes y relucientes que se vuelven el hype de la temporada, como Dakota Fanning o Chloë Moretz o Kirsten Dunst, pero no creo que alguna se compare con Saoirse. Se deja la piel en cada personaje, y de paso deja en ridículo al resto del cast, sea un pelmazo como Mark Wahlberg o un puto amo como Ed Harris. Me encantan los personajes adolescentes. Todo el universo mental de esa edad es increíble, es intenso y retorcido, y siempre hay historias que explorar. Me funcionan muy bien esos personajes, y cuando son femeninos no puedo pensar en otra actriz que Saoirse. En Terrible Angels se encarga de una chica texana y naïve luchando por sobrevivir en medio del baño de sangre, y en The Distance calcará a mi hermana menor. There will be good times.

9.-) Si tuvieras la oportunidad de mantener alguna charla con algún representante de la historia del cine, sea del presente o el pasado ¿Qué personaje sería y por qué?

Stanley Kubrick. Fue mi primer cineasta predilecto y una de las razones por las que decidí que mi vida sería el Cine. Tendré que esperar hasta mi muerte para pillarlo camino al infierno, así que de vez en cuando un amigo y yo honramos su memoria con nuestra receta personal de vellocet y canturreando la banda sonora de Full Metal Jacket.

Fantaseo con salir de copas con Michael Haneke, que es mi cineasta favorito de todos los tiempos. Su filosofía sobre la violencia y el malestar social tiene muchos puntos en común con la mía, y sospecho que terminaríamos sollozando en rincones opuestos del bar, aferrados a una botella medio vacía de Johnny Walker, lamentándonos por el fracaso del conductivismo operante o algo así. Además tengo que agradecerle por cambiarme la vida con Funny Games.

¡Con Leni Riefenstahl! Siempre he pensado que es la mujer más inteligente en la historia del Séptimo Arte. Convertirte en aliada y protegida del mismísimo Führer, y usar ese poder para exprimir tu talento hasta límites que ni el mismo Reich pudo comprender no es algo de todos los días. Reducirla a mediocre criminal de guerra y mito feminazista me parece una ofensa para la genialidad de sus obras. Cuando llegue al infierno, después de fumar un porro con Mr. Kubrick, quiero compartir chistes racistas con ella.

Con Alfred Hitchcock y Victor Flemming, para dedicarles una tarde entera de chuparnos los pitos mutuamente.

Con Lars von Trier saldría a un puticlub. Creo que no hay mucho que decir al respecto.

10.-) ¿A qué director le escribirías un guion?

Woah, supongo que seré de esos directores que escriben sus propios guiones so pena de una muerte por empalamiento a aquel que se atreva a corregirles una coma. Hace un par de años escribí una pieza teatral que dirigió mi ex novia en un colectivo de artes escénicas, y estuve a punto de sufrir una combustión interna la noche del estreno. Just saying,

Aunque, si tuviese la oportunidad, me gustaría trabajar con Xavier Dolan. Me encanta la visión que imprime a sus trabajos: es turbia, es conmovedora y sin pasarse por el culo las reglas básicas de la narrativa, la reinventa y la torna fresca y emocionante. También me gustaría escribir alguna gamberrada para Edgar Wright. Shaun of the Dead y Hot Fuzz deben mencionarse en los manuales de cómo hacer comedia inteligente. El problema es que también es de esos cineastas narcisistas que se montan sus propios guiones… Life sucks. Ya que estamos en ello, me molaría resucitar a Ingmar Bergman para montarnos un drama sobre mujeres que sufren como magdalenas.

11.-) Siempre guardamos o atesoramos algún film (o varios) que nos haya atraído tanto por cualquier circunstancia. ¿Tienes una lista de tus film preferidos? ¿Cuáles películas estarían en aquella lista?

Funny Games debe ser mi peli favorita de todos los tiempos. Dancer in the Dark me hizo sollozar durante tres días, literalmente me dejó destrozado. El Ángel Exterminador es mi obra favorita del surrealismo y del buenazo de Buñuel. Lost in Translation es la historia que siempre he esperado vivir, fue casi terapéutica. Persona, Stalker y Repulsion me obligaron a reconsiderar lo que entendía como Arte. Ratatouille es la historia más perfecta y divertida acerca del Arte y su crueldad. Donnie Darko, mi película indie favorita y una lección de sci-fi con pelotas. La Science des Revês, Irreversible, Teorema, Elephant, L’Humanité, Julien Donkey-Boy, Shoah, Vertigo, Eraserhead, The Rocky Horror Picture Show, Blow-Up, Stereo, The Hunger, Kokuhaku, Y tu Mamá También, The Social Network... Las más recientes en la lista deben ser The Human Centipede y Les Enfants Terribles, pero mi buen gusto se conjuga con los ciclos lunares.

Os veo en el festival, chicos. Besos y abrazos, motherfuckers. :)

2 comentarios:

  1. No queda duda de que Kleinman tiene una personalidad única. jjj
    Y esa explicación del título ‘Sin’ interesante eh. ;)

    Saludos!

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  2. Esa fue una entrevista muy bizarra. Aunque debo decir que espero ver "the Distance" solo para ver esa biografia de este director tan peculiar pero muy talentoso.

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